El aceite de oliva virgen extra (AOVE) no solo es el rey de las ensaladas y los guisos; también tiene un lugar destacado en la repostería. Su aroma frutado y su textura sedosa permiten elaborar postres cremosos y llenos de sabor. Incorporar AOVE en cremas y natillas aporta suavidad, un perfil aromático único y beneficios nutricionales que otros aceites no ofrecen.
Esta receta de crema con AOVE combina la riqueza del aceite con la suavidad de la leche de almendras y un toque dulce de azúcar moreno. La mermelada de fresas añade frescura y color, creando un postre ligero, saludable y visualmente atractivo. Es una forma fácil de disfrutar de los sabores del aceite de oliva virgen extra en preparaciones dulces, sorprendiendo al paladar sin complicaciones.
Ingredientes de la crema con AOVE
- ½ vaso de aceite de oliva virgen extra.
- ½ litro de leche de almendras.
- 1 cucharada sopera de maicena.
- 3 cucharadas de azúcar moreno.
Para la mermelada:
- 10 fresas.
- 3 cucharas de azúcar
- Zumo de medio limón
Receta de crema con AOVE, paso a paso
Calentar el aceite y el azúcar morena hasta que se disuelva por completo.
Cuando el almíbar adquiera un ligero espesor, añadir la cucharada de maicena y mezclar con una varilla hasta integrarla bien.
Agregar la leche de almendras poco a poco, removiendo constantemente para evitar que se formen grumos.
Continuar la cocción hasta que la mezcla hierva y espese, obteniendo una textura cremosa.
Verter la crema en copas individuales y cubrir con la mermelada de fresas.
Dejar enfriar antes de servir, y disfrutar de un postre suave y aromático.
Por qué el AOVE funciona en cremas y postres
El aceite de oliva virgen extra aporta untuosidad y un delicado aroma frutado a las cremas. Al integrarlo con leche de almendras y azúcar moreno, la textura se vuelve sedosa y el sabor más profundo.
Las fresas, por su parte, suman acidez natural y color vibrante, mientras que el AOVE intensifica sus matices. Este equilibrio entre dulzor, cremosidad y frescura convierte la crema en un postre elegante y nutritivo.
Un aceite de calidad marcará la diferencia, aportando cremosidad, sabor y ese toque gourmet que hace de un postre sencillo algo especial.
Esta crema con AOVE es un pequeño lujo al alcance de todos. Suave, dulce y ligeramente afrutada, cada cucharada es un abrazo para el paladar. Las fresas y el aceite se llevan de maravilla, y la textura cremosa invita a repetir sin culpa.
Atrévete a probarlo y deja que el AOVE transforme una crema sencilla en un postre que brilla por sí mismo.
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